domingo, 13 de febrero de 2022

Evangelio de Marcos. Dia 5. (Mc 1,6)

Parece que la ropa y forma de vestir importa. Es carta de presentación en este caso. Lo suficientemente simbólica como para que los que deben entender, entiendan, y de sobra llamativa para que, quien no lo entiende, lo sitúe perfectamente. Ajeno a toda realidad habitual y ordinaria, rompiendo el estilo habitual y, por decirlo fácilmente, la moda de toda época conocida y por conocer. 

Siendo escasa la ropa en la época aquí se subraya tanto su significancia como su insignificancia. A través del desprecio de lo común se muestra el aprecio por el lenguaje del cuerpo y de la ropa. No es ajena esta costumbre a otras tradiciones religiosas o sapienciales en las que, entre otras muchas costumbres, la ropa está en concordancia con el espíritu y proclama una profunda verdad vivida. 

Junto a la ropa, la comida. También signo de una vida provocadora. 

καὶ ἦν ὁ Ἰωάννης ἐνδεδυμένος τρίχας καμήλου καὶ ζώνην δερματίνην περὶ τὴν ὀσφὺν αὐτοῦ 

καὶ ἐσθίων ἀκρίδας καὶ μέλι ἄγριον.

Lo primero, la repetición del nombre. Esta vez con artículo, que enfatiza la originalidad, su ser único. Y quedar, por tanto, señalado.  Dos formas verbales lo caracterizan. El vestir y el comer. Muy físico y poco espiritual, salvo que este hombre tenga tanto interior que no quede ni el cinturón de ropa por hablar de su misión. 

Refleja, como se ha dicho por quienes saben, una vida alejada de todo lo demás, separada. Esta separación, muy judía por otro lado, incita a la pureza. Si es así, se da con el mismo Juan una inversión en la historia, en la que lo puro se habría considerado más bien Jerusalén y el desierto como el reino de lo impuro, de la tentación y de la prueba. El Jordán, a medio camino, es lugar apartado y significativo. Lo suficiente para que se pueda dar en un tiempo de camino razonable para la época y, simultáneamente, se pida un cierto esfuerzo incómodo. 

Según parece, tanto ropa como comida aquí reflejan el Edén. Efectivamente, tal idea no refleja los elementos cristianos, sino precristianos. La intención de Juan es volver a antes del pecado. Por eso la referencia al Génesis. Aunque se discute si es posible tal interpretación o se alude más bien a Zac 13,4. 

La miel, con todo, sabiendo que no era tan dulce como la que tomamos ahora y no hablamos de lo mismo, tiene algo que me hace pensar en un cierto alivio entre tanta dureza. El ímpetu de Juan, que leo como fuerza que no es su propia voluntad sino una misión, se ve aplacada con un bien de la tierra prometida. ¿En qué pensaría este hombre mientras estaba en tal situación? ¿Cómo sería la comunidad que vivía a su lado? Sin duda, Qumram ha alumbrado nuevos horizontes y más preguntas. Pero me quedo, así de primeras, con que esta forma de vida no es cristiana, sino una forma desesperada de preparar un camino al Señor sin saber realmente cuál es su forma de descender. Quizá algunas personas hoy sigan tentadas de vivir de un modo similar por no haber descubierto la gracia en Cristo, la paternidad de Dios y el don del Espíritu Santo. Siendo Juan el más grande de la Primera Alianza, no pertenece al Testamento del Señor Jesús. 



Evangelio de Marcos. Dia 5. (Mc 1,6)

Parece que la ropa y forma de vestir importa. Es carta de presentación en este caso. Lo suficientemente simbólica como para que los que debe...